Hola a todos. Hoy quiero contarles otro pedazo de mi vida, en este caso, no de eventos paranormales, sino de la vida escolar (si puedo llamarla así).
Pues, como si ya no tuviera suficiente con ser insomne, gay, adoptado y médium, también soy (o era) víctima del bullying. No sé si todos sepan lo que es, así que saco una definición de wikipedia: "El acoso escolar (también conocido como hostigamiento escolar, matonaje escolar o por su término inglés bullying) es cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado".
En definitiva, tenía un compañero llamado Leonardo que se dedicó a hacerme la vida imposible este año y una parte del anterior. Ya todos mis compañeros saben mi homosexualidad porque la admití delante de todos cuando una vez me preguntaron. Algunos no me hablan o me miran como si fuera un bicho raro (son tan humildes...), otros me hablan como si nada haya cambiado y otros permanecen en posición básica (o sea, "que bueno que seas gay, a mi me parece bien el amor de los homosexuales, pero no te vayas a enamorar de mí, ¿eh?"). Digo yo, ¿se piensan porque uno es gay va a enamorarse de todo hombre que ve? A veces la gente me parece muy mediocre... es como si todo hombre hetero se enamorara de toda mujer que se le cruza.... En fin, no va al caso.
La mayoría de los hombres me quieren lejos de su "territorio", pero no eran crueles (o por lo menos me había acostumbrado a que simplemente no me llamaran para formar parte de su equipo de fútbol para el partidito que solemos armar los viernes en clase de educación física (a parte de que soy un asco jugando, así que no los culpo xD), o que intenten alejarse lo más posible de mí o taparse cuando estamos cambiándonos en los vestuarios. Todas esas cosas me parecían estupideces insignificantes, pero un compañero, Leonardo, no lo tomó tan así.
Desde que se enteró, se la pasó haciendo chistes racistas de los homosexuales, tirando frases de doble sentido (maricón, cométela, puto, tirámela, etc, etc), lo dejé pasar, pues las palabras son solo palabras. Pero este año comenzó diferente, no le bastaba con dar palabras de doble sentido y chistes de los que unos pocos se reían. Este año, también me tiraba papeles (dibujos obscenos, insultos, escupitajos y hasta me atrevería a decir que a veces iban con semen, ugh... luego de eso dejé de mirarlos, sólo los habré visto como una semana y desde ahí comencé a ignorarlos). Comencé a fingir que no existía, ni siquiera le gritaba para defenderme, pensando que eso a lo mejor lo calmaría o que los vagos intentos de mis compañeros más cercanos (o sea, cuatro) por detenerlo, harían algo en él, pero me equivoqué.
Hasta hace un par de meses comenzó a empujarme cada vez que pasaba cerca mío (y encima yo soy pequeño de físico, no tengo mucha altura y soy delgado, siempre me hacía perder el equilibrio o hasta me caía). En las clases de educación física, siempre intentaba ir al equipo contrario al mío, para pisarme, patearme, codearme o insultarme "inocentemente y como parte del juego". Yo seguía ignorándolo, porque a decir verdad, tenía miedo de que la dirección institucional no hiciera nada al respecto, que solo le dieran una advertencia y con eso sólo lo harían enojar más. Leonardo me lleva dos cabezas y tiene el doble de ancho de lo que soy yo, soy una mosquita muerta comparada con él, ¿cómo no tenerle miedo? God... Antes de ayer aprovechó que me encontró en el baño de hombres que estaba medio vacío y me increpó, me insultó y me acorraló en un rincón, pero sonó la campana y muchos otros alumnos entraron a las apuradas, dejándome lugar a escapar de él (que me asustó por cómo me miraba, me hizo pensar que era un gay reprimido que me odiaba porque yo fui capaz de aceptar mi homosexualidad y él no se siente capaz). No tuvo nunca ningún justificativo para todas sus acciones y yo podía, en cierta forma, tolerarlas, pero ayer terminó de pasar el límite físico.
Un empujón puede no ser demasiado, lo mismo una patada en un partido de fútbol, un pelotazo en la cara en un partido de handball, o un manotazo en uno de volley, pero no lo que hizo ayer.
Salimos de clase de educación física y empezó a burlarse de cómo jugaba handball, lo ignoré. Comenzó a burlarse de mi cabello, lo ignoré. Comenzó a burlarse de cómo camino y hablo, lo seguí ignorando. Ya luego, algo hastiado de que fuera un punto vacío en mi vida, comenzó a burlarse de mi homosexualidad, pero también lo ignoré, aunque creo que hice una mueca de "yo no soy tan asqueroso como vos", entonces vino corriendo a mí y me dio una trompada en la boca y caí al piso, pues no me esperaba tal reacción.
Si no hubiese sido que mi mejor amigo le daba una trompada en el ojo mientras lo empujaba, me habría pateado la cabeza mientras seguía en el piso, pues estaba con esa intención, la patada pasó cerca de mi cara, pero no me tocó. En un instante se armó el "círculo del diablo", como le llamo yo (todos los demás estudiantes arman un círculo alrededor de los que tienen el conflicto y comienzan a grabar con sus teléfonos la o las peleas, sin intervenir). Gastón (mi mejor amigo) enfrentó a Leonardo, que si bien es más grande que él, tiene mejor ventaja de la que tengo yo. No sé como hice, pero logré que no se dieran ningún otro golpe serio y escapamos los dos de ese infierno, mientras el grandulón aquel nos amenazaba con que no lo iba a dejar así.
Convencí a Gastón que no dijera nada, pues la verdad, yo estaba aterrado, y más encima no quería más problemas, así que compramos una lata de gaseosa y me la puse en la boca para que no se inflamara tanto (perdí un montón de sangre, me manché la remera del instituto, aish) y luego nos fuimos juntos a nuestras casas. Cuando mis padres me vieron el labio negro e inflamado, tuve que mentirles que me había golpeado luego de salir de educación física, con la cabeza de Gastón por accidente, mientras tonteábamos. Me creyeron, pues no sería la primera vez que llegara a casa con un golpe de Gastón (ambos somos torpes y nos golpeamos de vez en cuando). Me prometí a mis amigos que si volvía a golpearme o intimidarme, hablaría con el director de la escuela.
Hoy acudí a clases a pesar de no querer hacerlo, entramos con Gastón normalmente y ya todo el mundo nos miraba, algo que no me dio muy buena espina. Saludamos a nuestros compañeros de curso que esperaban en un rincón del patio y hablamos un poco, algunos me preguntaron si estaba bien y todo eso. Al rato, llegó Leonardo con su ojo morado y su cara de "voy a matarlos a los dos, pedazo de maricones"... pero no terminó de acercarse a nosotros que apareció el director de la escuela como si hubiese atravesado las paredes y nos llamó a los tres.
Nos preguntó qué había sucedido al salir de educación física, nadie dijo nada. El director advirtió que ya le habían informado lo que había sucedido, así que teníamos que hablar. Aún así, yo no dije nada, pero Gastón inmediatamente dijo que Leonardo nos había increpado, que me golpeó y por eso lo golpeó a él, para defenderme. Uf... aquello fue un lío total, Gastón acusando a Leonardo y Leonardo acusando a Gastón. Se empezó a discutir de quién hizo qué y cómo, pero yo permanecí en silencio, me sentía tal pedazo de basura que comencé a sentirme mal, sabía que me estaba por dar un ataque de asma en cualquier momento. El director, para evitar que todos vieran el espectáculo que se había armado en el medio del patio, nos mandó a los tres a la dirección para seguir ahí la discusión.
El director nos hizo hablar entre sí, Leonardo negaba completamente todo lo que nosotros decíamos, o más bien, lo que Gastón decía, porque yo no era capaz de hablar. El director se dio cuenta de que estaba bloquéandome en "mi caja de cartón" y me hizo hablar. Le conté la verdad, le hice saber cómo me sentía con todo lo que Leonardo me hacía. Que no solo buscaba herirme con temas referidos a mi homosexualidad, sino al hecho de que soy adoptado. "Que bajón adoptar a un hijo y que este encima se haga gay". Sí, que bajón.... ¿verdad? Es que soy un pedazo de basura que no merezco existir, no merezco vivir aquí, tengo que ir a una isla en donde solo hayan gays que se pongan a coger entre ellos... Soy un anormal, un antinatural.
El director, por política de la escuela pro habernos agredido físicamente, nos hizo firmar la libreta de amonestaciones a los tres, y citó a nuestros padres. Gastón pudo volver a clases, pero yo y Leonardo tuvimos que quedarnos en la dirección hasta que nuestros padres o algún familiar cercano llegara, mientras nos mirábamos la cara. Fue el día más largo y desastroso de mi vida, no bastaba con sentirme mal, tenía que tener al lado mío al imbécil ese que me amargó todo un año de la secundaria. No me increpó, pues el director estaba ahí, pero no me gustaba siquiera pensar que respiraba el mismo aire que yo.
Mis mamá llegó primero, pero no pude hablar con ella hasta que llegó el padre de Leonardo. Los dos pasaron y se le explicó la situación. No voy a contar todo lo que se habló (es mucho y me hace ponerme mal), sólo resumiré que terminé llorando y me dieron dos ataques de asma bastante fuertes en el transcurso del tema. Leonardo debe recibir ayuda psicológica que dispondrá la escuela y yo también. Mañana no debemos ir a clases.
Al llegar a casa, tuve una larga charla con mis padres, de porqué no les conté lo que me sucedía, y la verdad, me hizo sentir muy mal en un principio, pero luego de terminar de contarles que me sentía muy miserable por no poder defenderme por mi propia cuenta, de no querer preocuparlos por algo que en su principio no lo tomé con la debida seriedad que debía, me di cuenta que al final todo terminó siendo peor, pues terminé con el labio roto, una firma en la libreta de amonestaciones, una suspensión de un día, ayuda psicológica y encima, hice que mi mejor amigo se viera perjudicado en todo esto.
Yo creo, que esto podría darse por terminado. No creo que Leonardo se vea capaz de volver a intentar hacerme algo, ni siquiera sé si seguirá en el mismo curso que yo, pero sí estoy seguro, que si lo vuelve a intentar, a la primera iré con el director para que lo detenga.
¿Qué puedo decir de todo esto? Pues, aconsejar a los que son víctima de algo así, que lo hablen. Pues, primero será un chiste con doble sentido, luego será un insulto, más adelante serán mensajes obscenos, luego serán empujones, patadas, pelotazos, golpes y amenazas... luego de eso, puede que cumplan sus amenazas y ya termine todo.
Una patada en la cabeza puede dejarte inconsciente, te caes al piso, te quiebras el cuello y quedas paralítico, te golpeas la cabeza contra el piso, te abres el cráneo y puedes perder más que sangre, puedes perder la vida. Puedes correr de quien te ataca, pero en tu miedo, no miras por donde vas y algún vehículo puede llevarte por delante.... ¿Cuándo dirás la verdad, entonces?
Lo mío ha tenido la suerte de no llegar a esas instancias, tuve suerte, pero mis padres me han hecho reaccionar de que no siempre se da así. Hoy en día vivimos (por lo menos en mi país) en una sociedad violenta, en una juventud despreocupada debido a que hay una ley que los protege de ir a la cárcel, así que si quieren, te clavarán un cuchillo en el estómago y huirán de la responsabilidad y de la cárcel, te desfigurarán la cara y no se harán responsables, te cortarán la yugular y no podrás inculparlos. Te matarán y nadie hará nada.
¿Eso esperas que te pase con el bullying? No seas como yo, simplemente dilo. Valórate, defiéndete. No digas "mañana", porque puede que sea demasiado tarde.